¿Por qué celebramos el día de la afrocolombianidad?
- Oscar David Rodriguez
- 22 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Por: Nury América Bermudez
Docente del área de sociales, Jornada Tarde

Esta fecha no es aleatoria, y su mandato legal es una oportunidad para revalorar y visibilizar la participación de las comunidades afro en nuestra sociedad; la declaración de esta fecha se hizo en el año 2001, mediante la Ley 725. Se escogió el 21 mayo porque en 1851 un día como éste, el presidente José Hilario López promulgó la Ley de Manumisión, que abolió legalmente la esclavitud en nuestra hermosa Colombia; y entonces se otorgó la libertad a una parte de los nuestros. Bueno, antes de ésta ley hubo algunos intentos por abolir la esclavitud, por ejemplo, cuando se creó el estado de Cartagena en 1810 se prohibió el comercio de esclavos, pero los habitantes de éste territorio no cumplieron este mandato. Lo mismo sucedió con lo establecido en el Congreso de Cúcuta en 1821 (Tiberio, 2010). Muy poco tiempo hace desde éste hecho ¿verdad?
Imaginen como sería Colombia hace 200 años y menos, cuando los seres humanos se compraban o vendían. En fin, algunos de nosotros no éramos reconocidos como personas sino como simples mercancías de un renglón de la economía del mundo. Tal vez nuestros ancestros, no muy lejanos, fueron de los que tenían dueño.
Es imperativo conmemorar esta fecha reflexionando sobre los logros alcanzados o sobre las derrotas sufridas en torno a las libertades y derechos, de los hoy Afrocolombianos.
En Colombia, la Constitución Política claramente es un ejemplo, en Latinoamérica, de reconocimiento de atributos a las personas y de multiculturalidad. Encaminados en este derrotero se promulgó la Ley 70 de 1993, y le han seguido otras normas que otorgan a la población afro derechos sobre sus tierras y han reconocido su forma tradicional de organización social y han establecido acciones afirmativas para el ejercicio de su identidad. Sin embargo, de acuerdo a la CEPAL (2016, p.8), el país enfrenta grandes retos, en la medida que debe aumentar los escenarios para alcanzar la igualdad de oportunidades, superar la marginación económica estructural y social, la discriminación en inversión pública en pueblos afrocolombianos y las dificultades de seguridad en razón a su ubicación en el territorio. Podríamos seguir enunciando retos para el país, deudas a favor de quienes, como nosotros, hacen parte de nuestra Colombia.

Son muchas cosas por lograr, pero en esta fecha de conmemoración reflexiva, solo pido como colombiana serrezuelista, que veamos a estas personas y comunidades, no solo como ejemplo en el deporte, arte, cultura, música o gastronomía, entre otros; sino además que les tengamos como ejemplo de identidad, resiliencia y resistencia. En honor a ello y a la multiculturalidad que nos congrega, continuemos reconociendo su historia, sus costumbres y sus vivencias como propias. Aceptarnos como somos nos permitirá avanzar un peldaño más en la reconciliación que tanto nos hace falta.
Bibliografía
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